¿Cuál es la diferencia entre ataúd, féretro y sarcófago?

La muerte es parte de la vida. Y queramos o no, en algún momento vamos a tener que enfrentarnos a ella. Es algo seguro en nuestra existencia, porque no somos seres inmortales. Y al morir, hemos establecido un proceso para tratar los cuerpos.

Es ahí donde entran varios términos que hemos escuchado, como ataúdes, sarcófagos y féretros. En ocasiones, los usamos sin distinción alguna, pero la realidad es que no son sinónimos, sino usados para fines específicos.

Que es ataúd, féretro y sarcófago.

Vamos a englobar dos que son los más cercanos:

Diferencia entre féretro y ataúd.

Entre estos es donde puede haber una mayor confusión y sería justificado para el no iniciado. Ya que ambos son lo mismo: cajas en donde se coloca el cuerpo del difunto, para su exhibición y/o entierro.

Pero la gran diferencia que existe entre ambos es la forma que poseen: los ataúdes son hexagonales, y que gracias a ello es más fácil distinguir en que posición se encontrará el difunto desde lejos.

Ya que la parte de arriba es más amplia, donde será la zona de la cabeza. Mientras que la parte inferior será más estrecha, en donde van los pies. Con esto, es fácil saber cual es la parte de arriba sin tener que estar abriendo.

En cambio, el féretro es rectangular. Esto hace que desde lejos no sea fácil distinguir en que sentido fue colocado el cuerpo. Ya que todo es parejo, tanto para la zona de la cabeza como para los pies.

Otra diferencia notoria es en la tapa: ya que por lo regular, los ataúdes al ser abiertos hay que remover toda la tapa en su totalidad. En los féretros, es común que estén divididos en dos, abriendo únicamente la zona de la cabeza.

¿Y qué es un sarcófago?

Este término seguramente lo has escuchado cuando hablamos de civilizaciones del pasado, como puede ser el caso de los egipcios.

Y es que encontramos relación con los términos anteriores, ya que igual se refiere a un objeto construido para contener un cadáver. Pero la intención y material son completamente distintos.

En primer lugar el material, ya que por lo regular es creado en piedra. La idea de esto es que perdure por los siglos por venir, y en muchos casos, también sirva de homenaje y/o contenga la historia del difunto.

También hay que tomar en cuenta que muchos de ellos formaban parte de algún mausoleo o templo, por lo que era tallado para no ser movido.

Además que por lo regular pensamos en ellos de manera horizontal, pero en civilizaciones como en la antigua Roma, donde eran colocados de forma vertical y contra la pared. Esto cambiaba dependiendo de la cultura.

Conclusión:

Todos tienen en común que son utilizados como recipiente para contener los cuerpos de los difuntos. Pero sus intenciones son muy distintas.

El ataúd y el féretro son los más cercanos y muy utilizados en la actualidad. Variando básicamente en su forma, que da algunas características únicas. Pero ambos permiten la exhibición del cuerpo y posterior entierro, si es necesario.

El sarcófago es algo más específico, que era muy utilizado por los distintos gobernantes de cada época. En donde se hacía un homenaje a la figura de la persona al inmortalizarlo en piedra, junto con diferentes grabados.

Todos ellos son recipientes para los muertos, pero con distintos usos de fondo.