La principal diferencia entre trabajo duro y trabajo inteligente es que el duro se refiere a poner esfuerzo en su realización, incluso físico en extremo. En cambio, para el inteligente esta más basado en uso de estrategias, inteligencia e ideas para realizarlo.
Por años se ha popularizado más el trabajo duro, el que se logra con el sudor de la frente. Pero en los últimos años, se ha comenzado a hablar más de hacer uso de la inteligencia como el principal enfoque a la hora de laborar.
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Conoce la diferencia entre trabajo duro y trabajo inteligente.
Es por eso que vamos a distinguirlos ambos, para conocer mejor sus diferencias.
¿Qué es el trabajo duro?
Cuando se habla de trabajo duro se habla de uno que para lograrlo se requiere mucho esfuerzo de parte de la persona. Puede ser por ejemplo levantarse muy temprano para ir a un lugar o que el trabajo mismo sea desgastante.
En donde pueden ser horas y horas de jornada para poder realizarlo. Durante años esto se ha tomado como la forma correcta de trabajar, en donde es necesario básicamente poner mucho esfuerzo para realizarlo. Incluso por eso existe el dicho «ganar el pan con el sudor de tu frente»
Y lastimosamente, el trabajar muy fuerte no quiere decir que habrá una recompensa similar de regreso. Ya que es común estar trabajando con mucho ahínco, pero no ver una recompensa a la altura.
Ya que es común que al trabajar muy duro simplemente es formar parte de los engranajes de la sociedad. En donde no estas innovando ni realizando labores distintas a las de muchos, por lo la diferenciación es mínima.
¿Qué es el trabajo inteligente?
Este tipo de trabajo se anda promoviendo en los últimos años y habla de usar más bien la inteligencia para laborar y generar resultados económicos. En donde no se premia el esfuerzo físico e incluso se incentiva a lograr más con menos esfuerzo.
En este caso se promueve el uso de sistemas y metodologías para lograr resultados sin tener que hacer uso de tanto tiempo o esfuerzo físico. Incluso si se lograr automatizar el trabajo sería lo mejor para ello.
En los últimos años, muchos de los grandes resultados económicos se han logrado por medio de un trabajo inteligente. En donde se hacen uso de los recursos al alcance para mejorar los resultados sin necesariamente trabajar más horas o tiempo.
En conclusión:
El trabajo duro es el más clásico, en donde se impica un gran fuerzo físico o muchas horas de trabajo para poder cumplir los objetivos marcados. Como dice su nombre, suele conllevar mucho esfuerzo físico para su realización.
En cambio, un trabajo inteligente va en otra dirección, en donde se premia el uso de nuestro cerebro para idear estrategias para trabajar. Muchas veces implica incluso menos tiempo y esfuerzo por nuestra parte al pensar dichas estrategias.
También es cierto que en los últimos años, los mayores logros económicos se han logrado al trabajar de forma inteligente. Ya que han logrado multiplicar los resultados que podría lograr una sola persona con las limitaciones de su esfuerzo.
Es cierto que en muchos trabajos con inteligencia requiere esfuerzo y horas, por lo que podría decirse que se trabaja duro. Pero la idea es gradualmente disminuir todo el tiempo que le dedicamos al proyecto, gracias a los sistemas que montamos.
Por lo que ahí se debe diferenciar el quedarse en un trabajo duro, en donde no cambiará la situación por no trabajar de forma inteligente. En este último caso, una vez montados los sistemas, el tiempo que nos consume nuestra labor disminuirá mucho.
Hoy en día se busca cada día más trabajar de forma inteligente y estratégica, aunque el trabajo duro tradicional es muy digno sin duda. Pero algunos quieren ganar horas para tener más tiempo de vida con su familia.