A veces tratar con las otras personas puede volverse más complicado de lo que pensamos. Nos encontramos con ideas con las que no estamos de acuerdo, incluso algunas que pueden ir en contra de nuestros principios.
Pero aquí es donde salen a la luz dos términos: la tolerancia y la paciencia. Muchas ocasiones tenemos que practicarlas con las otras personas para poder llevarnos bien. ¿Sabes distinguirlos entre cada uno de estos términos?
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Diferenciando entre tolerancia y paciencia.
Ambos pueden sonar a lo mismo. Pero al final hablamos de distintos aspectos, por lo que procedemos a explicar.
¿Qué es tener tolerancia?
Estamos hablando de tener capacidad de poder vivir y convivir con otras personas, pero que tengan una opinión distinta e incluso una cultura diferente a la nuestra. En algunos casos, gente totalmente opuesta a nuestras creencias.
Pero cuando las toleramos, tratamos de no imponer nuestras creencias ni cambiarles la opinión. Tratamos de estar juntos para poder llevar a cabo acciones sociales, como hablar, comer o realizar proyectos.
Por lo tanto, al tolerar sabes que esa persona piensa algo muy distinto a ti. Pero no por eso dejarás de interactuar con ellas, debido a la diferencia de opiniones.
¿Qué es paciencia?
Cuando tenemos paciencia con alguien, se debe dar la interacción. Y en ese proceso, ser capaz de soportar todo tipo de argumentos en contra, incluso en algunos casos algo agresivos. Es poder aguantar dicha interacción.
En muchos casos, puede ser hasta una plática o situación poco agradable. Pero sabemos que hacer algo agresivo o intentar llevar la contraria abiertamente puede dar lugar a un conflicto que no estamos buscando.
Por lo que hacemos un ejercicio de paciencia y tratamos de sortear lo más posible. Puede llegar incluso a sentirse como un ataque ese momento, en donde intentamos pasar de esa situación sin empeorarla.
En conclusión:
Como puedes ver, en ambos casos estamos hablando de una situación en donde no estamos a gusto. Pero tener paciencia y tolerancia son dos formas de afrontar una situación como esta que no nos agrada.
La tolerancia puede ser incluso a muy largo plazo, en donde estamos interactuando con gente diferente a lo que pensamos. Es muy probable que no estemos en conflicto constante, pero esa diferencia lo hace latente.
La paciencia en cambio es algo más activo, una situación por la que pasamos en donde intentamos no actuar demasiado para evitar un conflicto mayor. Por lo que esperamos pacientemente que pase.
Ambos son practicados por las personas para evitar conflictos en ciertas relaciones. Hay que saber hasta qué punto se deben practicar, porque también es cierto que hay situaciones que de tanto aguantar podrían quebrar a una persona.
Por lo tanto, hay que tener un balance entre recibir y cuando empezar a actuar.