Cuando una persona logra llegar a una meta, es una alegría tanto para ese individuo como para quienes lo rodean, o al menos una parte. Al lograr llegar a ello hay dos palabras que pueden llegar salir: suerte y éxito.
Y es que si bien de antemano parecen dos términos muy aparte, la realidad es que no son pocas las personas que terminan por considerarlo parte de lo mismo. Pero una vez conozcas los términos verás que no hay comparación.
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Diferenciando entre suerte y éxito.
Sinceramente, muchas personas me han preguntado sobre las diferencias, pero es que son conceptos muy distintos como para mezclarlos. Para dejarlo claro, aquí voy a explicar cada uno:
¿Qué es la suerte?
A pesar de parecer un concepto simple, la realidad es que parte de la historia de la humanidad ha pasado intentando entenderla. Ya que para algunos se encuentra ligada a acciones personales, para otros una casualidad fortuita.
Es decir, hay quienes dicen que se construye uno la suerte de diversas formas. Ya sea por medio de trabajo, acciones e incluso hasta ritos. Por eso algunos realizan actos que supuestamente atraen la buena suerte.
Pero por otra parte, hay personas que afirman que solo son eventos aleatorios, independientes a nosotros. Por lo que algunas personas pueden llegar a tener suerte, ya sea o mala, pero no tiene nada que ver con sus acciones.
¿Y qué es el éxito?
El concepto de éxito se encuentra relacionado con alcanzar una meta. O al menos que nos suceda algo que buscábamos, lo cual nos da felicidad. Cuando por fin se logra, podemos afirmar que hemos tenido éxito.
Piensa que vas a prepararte por años para lograr alcanzar un objetivo. El día que lo logres habrás tenido éxito, porque todos los esfuerzos habrán valido la pena. Eso es un motivo de gozo por lo regular para las personas.
Aunque también es cierto que puede haber éxito en algo que no querías, por lo que no es forzoso. Al final, se encuentra relacionado más con alcanzar metas establecidas que con el estado emocional.
¿Y porque son confundidos?
Una vez teniendo ambos conceptos, puede parecer que no tienen nada que ver uno con otro. Y es cierto en realidad, pero todo se encuentra relacionado con el contexto.
Ya que algunas personas piensan que alguien llega a tener éxito por pura suerte. Es decir, que no fue gracias a su preparación, sino simplemente por una serie de circunstancias que lo llevaron a ese punto.
Por lo tanto, atribuyen el éxito a la suerte. Por lo que no consideran que sea una persona exitosa sino suertuda. He ahí la confusión.
Son dos conceptos distintos en donde, a base de la percepción de la gente, han llegado a ser confundidos en su aplicación.