Alcanzar ciertas metas en la vida puede llegar a ser complicado. Dependiendo de su dificultad va a necesitar mucho más esfuerzo de nuestra parte. Tanto así que por más esfuerzo que hagamos, pensemos que no lo lograremos.
Entonces pensamos en rendirnos y renunciar. Pero para algunas personas estos dos términos significan lo mismo, ¿Cuál es la diferencia? Ahora aprenderás cuando debes de utilizar cada uno de ellos.
Contents
Diferenciando rendirse y renunciar.
Para poder entender mejor, vamos a definir cada uno por separado.
¿Qué es rendirse?
Rendirse en sentido amplio significa dejarse someter a una fuerza u oposición, todo gracias a que se han agotado nuestras fuerzas o voluntad. Durante un tiempo le ofrecimos resistencia, pero ya no se puede más.
Es como que estuvieras caminando contra el viento, siempre intentando seguir adelante. Cuando te rindes es porque te agotaste y no sientes que tengas más energía para seguir adelante. Entonces, el aria te termina por arrastrar.
Esto se lleva a muchas facetas de la vida, en donde uno puede estar dando el 100% buscando realizar una meta. Pero encontramos tanta oposición que llega un punto en donde ya no sentimos que podemos dar más.
¿Y qué es renunciar?
Por otra parte, renunciar es abandonar algo a lo que tenemos derechos. Pero podemos hacer esto por muchas razones distintas, no siempre es por cansancio. Puede ser simplemente por pensar en alguien más.
Piensa por ejemplo que tienes los derechos de una casa, pero que quisieras que alguien más la viva. Porque sabes que le sacará mucho más provecho y piensas mejor renunciar para que otra persona la tenga.
Y también puedes renunciar a un empleo que te gusta mucho, pero has encontrado otro que te gusta mucho más. Y que además es mejor pagado, por lo que estarías renunciando a una posición buena.
Puntos de diferencia.
No siempre es por agotamiento.
Cuando alguien se rinde es basado en que agotó sus fuerzas. Puede todavía desear esa meta, pero sus fuerzas ya no dan para más; en cambio, alguien que renuncia podría todavía dar pelea, pero decidió cambiar de meta.
La voluntad.
Alguien que se rinde podría estar haciéndolo contra su voluntad, ya que no tiene más fuerza para pelear. No tiene de donde sacar más, mientras que alguien que renuncia podría todavía seguir adelante, pero ya no desea hacerlo más.
No tiene porque ser triste.
Por lo regular, el rendirse suele ser un paso traumático y triste para la persona. Ya que deseaba lograr una meta, pero las fuerzas no le dieron más. En cambio, alguien que renuncia a algo podría hacerlo lleno de felicidad por darle.
Uno puede ser la sucesión de otro.
Regresamos a la frase inicial “rendirse y renunciar”, ya que al ser diferentes son dos acciones que se hacen por separado.
Piensa en un proyecto, en donde tu resistencia no da más y te rindes. Por lo que decides anunciar a todos que renuncias al proyecto. Como verás, pueden tener una gran cercanía, pero existen otros elementos que fundamentalmente lo separan.