La diferencia más significativa entre plantas acuáticas y terrestres se encuentra en el sistema de raíces. Ya que las de tierra tienen una variedad de raíces que les permite obtener alimento, mientras que las acuáticas carecen de ello.
Debemos recordar que existen dos reinos bien diferenciados: el de los animales y las plantas. Pero estas últimas también terminan por dividirse según su hábitat, ya que algunas prefieren tierra y otras agua.
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Diferenciando entre plantas acuáticas y terrestres.
Es por eso que vamos a definir cada una lo mejor posible.
¿Qué son las plantas terrestres?
Estas se refieren a todas las plantas que se encuentran en ambientes basados en el suelo. Todas ellas poseen un sistema de raíces que les permite obtener alimento, los tipos de raíces varían mucho entre especies.
Se encuentran clavadas firmemente en el suelo, usando dicho sistema de raíces para quedarse ahí y conservar el agua. Es por eso que sus hojas en la parte inferior suelen poseer estomas que evitan la transpiración.
También tienen un sistema de reproducción por medio de la polinización. En donde son ayudados por lo regular por otros seres vivos como las abejas, que permiten al final a esta especies reproducirse.
¿Y qué son las plantas acuáticas?
Son todas esas plantas que viven en ambientes acuáticos. El agua puede ser tanto dulce como marítimo, así como también pueden encontrarse totalmente sumergidas o estar flotando en la superficie del líquido.
La forma de las plantas varía muchísimo, ya que se mueven en todo tipo de ambientes de agua. Poseen un sistema radicular, pero a diferencia de las raíces este es más utilizado para una especie de anclaje cuando sea necesario.
No poseen cutícula gruesa ni similares porque no requieren conservar el agua. Por lo tanto sus hojas suelen ser más delgadas, así como tampoco poseen troncos gruesos que les permitan mantenerse rectos.
En conclusión:
Existen algunas funciones en común, como que ambas tienen fotosíntesis, tienen estomas para el intercambio gaseoso, poseen en consecuencias hojas. Ambas tienen adaptaciones especiales para estar de acuerdo a su ambiente.
Pero las diferencias de su entorno hace que las terrestres se encuentren más enfocadas a estar enraizadas y conservar el agua. Por eso son más duras, mientras que las plantas acuáticas son más flexibles y no requieren raíces para tomar nutrientes.
Es por ello que si bien ambas poseen hojas y tallo, sus formas y consistencias sean totalmente distintas.