Tanto el miedo como la ansiedad son situaciones por las que no nos gustaría pasar. Nos sentimos mal debido a su presencia, las personas por lo regular quieren sentirse contentas y alegres. Pero no podemos evitarlo.
Eso sí, son dos términos distintos, pero que suelen ser confundidos. Por lo tanto, a hora aprenderás a distinguir lo que es la ansiedad del miedo, como ambos son considerados emociones negativas en las personas.
Diferenciando entre ansiedad y miedo.
El miedo es una reacción que tenemos a algún estímulo exterior que amenaza nuestra integridad. Por ejemplo, un perro que nos ladra o una noche de oscuridad donde vuelan nuestros pensamientos, causando miedo.
El miedo es una situación temporal ante un estímulo, lo que causa que sea distinto a la ansiedad. Esta suele ser a mucho más largo plazo, en donde es un sentimiento de inseguridad y sensación de peligro constante.
Es habitual que para el miedo nuestra integridad física sea la que consideramos amenaza, por ejemplo, un animal que nos pueda morder y dañar. Por lo tanto, su aparición ante tal estimulo amenazante es natural.
Pero la ansiedad suele ser más relacionado con nuestro estatus social, vida a largo plazo y demás. En donde es posible que ni siquiera haya una razón clara para temer, por lo que probablemente todo se encuentre en nuestra cabeza.
La ansiedad es considerada como puede ser reacción al estrés o una situación en particular, aunque hay muchos casos en donde es algo crónico. Donde requiere ser tratado por un profesional de la salud mental.
Por lo tanto, el miedo es más bien una respuesta a un estímulo que nos pone en peligro. La ansiedad es algo más profundo e incluso difícil de detectar en muchos casos. Donde esa sensación de temor podría ni siquiera ser explicada.
Otra diferencia, su temporalidad.
El miedo por lo regular es producto de una situación muy puntual, en donde nos vemos amenazados por algo o alguien. Pero una vez que dicha situación desaparece, el miedo termina por irse.
Mientras estamos en esa situación, es normal que se dispare adrenalina a nuestro cuerpo. Esto es un sistema de defensa diseñado para poder escapar o actuar mucho más rápido en caso de ser atacados.
La ansiedad puede estar con la persona día tras día, debido a sus pensamientos. Y aunque haya encontrado motivos racionables para no temer, es común que siga teniendo todavía en la cabeza esa sensación.
Y la ansiedad por lo regular produce desgano, pereza y cansancio. Lo cual permanecerá a largo plazo con la persona mientras que esos pensamientos sigan con ella.