Cuando hablamos de juego, es común que pensemos en el deporte. O viceversa, que todo deporte tiene que ser también un juego. Pensamos que por lo tanto es obligatorio que sean inclusivos, cuando no es así.
Sin embargo, lo que es verdad es que suelen ser complementarios, por lo que sin ser obligatorio, si que en muchas ocasiones pareciera que son parte uno del otro. Eso será explicado a continuación, para aprender a saber cuando usar cada uno.
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Conociendo la diferencia entre juego y deporte.
Primero, el juego.
Un juego es una actividad cuya base es recreativa, buscando solo la diversión. Además, no tiene que tener una serie de reglas que la rijan, pues podría ser simplemente una actividad sin un rumbo fijo para su realización.
Por lo tanto, no es obligatorio que detrás de ello exista un entrenamiento o preparación previa para participar en ello. De hecho, es normal que sea improvisado y que los participantes de igual manera simplemente entren y ya.
Un ejemplo sería un juego entre niños. En donde tal vez las pequeñas reglas que tengan las inventen sobre la marcha. E incluso estas sean rotas de manera continua, pero todo con tal de proseguir con la diversión.
Luego, el deporte.
El deporte por lo regular es una actividad física, el cual se encuentra regido bajo ciertas reglas para que sea considerado como tal. El tema sobre cuando se considera actividad física se encuentra a debate.
Por que puede considerarse físico correr y saltar. Pero también algunos juegos como el ajedrez son considerados también como uno. Debido al gran esfuerzo mental que se requiere y la preparación para poder participar.
Por ejemplo, el fútbol. Esta tiene ciertas reglas, como el número de jugadores, la forma en que se utiliza el balón y otros detalles. Al seguirlos, se convierte en este deporte. Al no hacerlo, es cualquier otra cosa.
Existen diferencias, pero también se asemejan.
Como verás, las dos diferencias fundamentales son:
El campo físico.
Un deporte tiene que ser un esfuerzo para el cuerpo. Ya sea desde uno mentalmente muy demandante (como es el caso del ajedrez), a uno en donde hagas uso de tu cuerpo de manera extensa.
Un juego en cambio no tiene que ser así necesariamente. Podrías estar jugando dados o a las muñecas, donde no hay realmente un reto para tu mente ni para tu cuerpo, pero si que hay diversión.
El reglamento.
Algunas personas pueden pensar que juegan fútbol. Pero si lo hacen sin seguir las reglas, simplemente es un juego que se parece. El seguir ciertas reglas es lo que separa a un juego de un deporte.
Pueden ser similares de lejos, al parecer que estás practicándolo. Pero ante la ausencia de reglamento, se convierte en un juego improvisado, incluso aunque te encuentres haciendo actividad física.
Por lo tanto, son complementarios. A veces las personas que practican deporte pueden jugar a algo similar por mera diversión. Pero a la hora de ponerse serios con ello, terminarán por seguir un reglamento fijo.